Sangre de mi sangre...

By Annie Grinton - sábado, enero 25, 2020


He visto casi todas las etapas de tu vida. O bien, lo que llevas de ella.
Te sostuve en mis brazos cuando naciste, te arrullé con canciones de cuna cuando apenas tenías unos meses. Sostuve tus diminutas manos cuando comenzaste a dar pequeños pasos por la casa, y traté de evitar siempre que cayeras.
Cuidé de ti días enteros, y noches oscuras, en las que hasta yo misma moría de miedo. Pero me juré a mí misma, que sería valiente siempre, por ti.
Pero años han pasado desde entonces, y aunque mantendré siempre mi juramento en la forma que pueda, ya no estoy tan cerca de ti como para cuidarte las veinticuatro horas.
Y ese momento… ese que nadie espera o quiere que realmente llegue, ha llegado.
Te estás volviendo una mujer.
Ya comienzas a pensar por ti misma, a razonar, a querer tomar decisiones en base a opiniones propias que no siempre son acertadas. Así que déjame darte un consejo, pequeña mía, en estos últimos instantes de infancia que te quedan:
Sé valiente. Arriésgate a seguir siempre aquello que quieres, aquello que desees con todo tu corazón. Y si te da demasiado miedo, siempre estaré contigo para acompañarte.
Lucha. Lucha con dientes y garras por cumplir todos tus sueños, por ser la persona que realmente debes y quieres ser. Lucha por romper esquemas, por salirte del estereotipo del mundo, por ser diferente, única. Lucha por los buenos valores y las buenas costumbres, lucha por la educación y la justicia.
Sé inteligente. Mantente un paso delante de todos, y siempre piensa mal. Que sea la bondad del mundo la que te sorprenda, y no la maldad. Sé precavida, astuta.
Y, sobre todo, sé humilde. Ama a todos con el corazón, entiéndelos y apóyalos. No todos tienen la misma suerte que tuviste tú, no todos viven una vida como la vives tú. Todos en algún momento tenemos problemas, ninguno mayor o menor, pero siempre necesitamos a alguien que esté allí, así sea simplemente para escuchar. Sabrás cuántas vidas puedes salvar.
Leer, viajar, conocer, amar… El sentido de la vida se define con esas tres palabras. Te las regalo. Llévalas contigo a todas partes, y disfruta de cada una de ellas. Serán tu pilar cuando todo se vuelva triste y oscuro. Te guiarán de nuevo al sol.
Espero poder mantener mi juramento hasta tus últimos días, pero si por alguna razón me marcho antes de tiempo, recuerda que mi corazón se aferrará a ti. Seguiré estando contigo, aun cuando ya no lo esté más.
Te quiero con mi vida, pequeña.
Siempre.

  • Share:

You Might Also Like

0 comentarios

Annie Grinton. Con la tecnología de Blogger.