6 consejos para escribir buenos microrrelatos | Tips para escritores
By Annie Grinton - martes, mayo 05, 2020
¡Hola de nuevo!
Es un hecho: cada vez son
más los escritores que se atreven a romper con el formato narrativo
tradicional, a fin de ofrecer a todos los lectores de la comunidad una
muestra de su escritura en pequeñas dosis.
No es que no nos gusten los relatos largos
(disfrutamos como niños con los capítulos extensos y las segundas partes), pero
estamos muy contentos de que cada día aumente el número de valientes que deciden experimentar con esto del
“minimalismo literario”,
ya que no es precisamente el camino más sencillo. Por ello, queremos
dedicar la entrada de hoy a echar una mano a esos intrépidos que han decidido
abordar el género del microrrelato. Para entendernos mejor (ya sabes, nos gustan las
listas) vamos a centrarnos en 6
consejos básicos, y vamos a utilizar nuestros propios recursos
para contribuir a que el bloqueo creativo no te asalte cuando se trata de
contar una historia en un par de líneas. ¿Quieres escribir buenos microrrelatos? ¡Ahí van 6
recomendaciones para empezar a hacerlo!
1.
No estás solo en esta contienda. ¡La fotografía es tu aliada!
Si todavía eres amateur en esto del pequeño formato,
es probable que seas una presa
fácil para las garras del bloqueo creativo. Escribir el primer párrafo de la heptalogía de
“Harry Potter” desde luego no debió ser sencillo, pero que el primer párrafo deba
constituir prácticamente toda tu historia puede llegar a ser un reto
difícil de asumir.
¿La buena noticia? No estás solo, hay multitud de recursos que pueden ayudarte
a impulsar tu creatividad. Nosotros te recomendamos que utilices la fotografía como fuente de inspiración en tus
primeros pasos, ya que una
imagen puede proporcionarte mucha información de partida: un escenario, un
personaje, un sentimiento evocado…
2.
Ponle freno a las descripciones: ese microrrelato necesita un poco de acción
Si tuvieras que localizar tu microrrelato en un
mapa narrativo, este estaría justo entre el nudo y el desenlace. ¿Qué significa
eso? Que debes pensar
que tu relato es,
sencillamente, el
momento clave de una historia más amplia. Por ello es necesario que, como en todo
clímax, la acción prevalezca y
la descripción pase a un segundo plano. Es cierto, decirlo es fácil, ponerlo en práctica es
otra cuestión, por lo que no debes tener miedo a pulir tu historia como si estuvieses tallando
una figurita en un bloque de madera: juega a escribir tu idea principal y ve
identificando y suprimiendo la información prescindible hasta que el resultado
te convenza :)
3.
Simplifica: “Cien años de soledad” no caben en una página
Infinidad de personajes, generaciones, contextos
históricos distintos, tramas y subtramas… ¿Crees que una novela como el clásico
de García Márquez hubiese podido ser contada en la extensión de un
microrrelato? Esto que parece una obviedad, aporta mucha más información de lo
que parece sobre lo que NO puedes hacer. En una historia breve conviene minimizar el número de personajes y
escenarios y, por supuesto, dejar que lo que
estamos contando se complete en la mente del lector. Sugerir es mejor que enseñar, al
menos en este caso.
4.
No te lances a la parte más profunda si no sabes nadar
“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
Augusto Monterroso sabía como contar una historia en una sola línea, pero eso
no significa que tú debas comenzar así. Cuanto más breve más complicada será la
síntesis del microrrelato,
por lo que te aconsejamos que empieces por crear tus primeros pequeños cuentos sobre una
extensión mayor, especialmente si
estás acostumbrado a escribir y leer textos largos.
5.
Todo cuenta: que el título y la portada “co-escriban” tu historia
La ventaja de escribir a través de un
blog o las redes sociales es que habitualmente existe la posibilidad de
acompañar tu texto con una imagen. Como hemos comentado anteriormente, la fotografía siempre pueden ser utilizada como
elemento narrativo “extra”,
y en la creación de microrrelatos ilustrar nuestra historia es otra forma de seguir
contándola. Si estás escribiendo un cuento de
terror, la portada que escojas puede ser crucial para representar el escenario
y meter al lector en situación. Tampoco descuides el título:
toda palabra que aporte información es importante.
6.
Recuerda siempre que a escribir se aprende leyendo
No es casualidad que la afición por la
“micro-literatura” esté creciendo: nos encontramos en un escenario idóneo para
su desarrollo. Comunidades como la nuestra, grupos en Facebook, Tumblr, cuentas
en Twitter dedicadas a compartir poesía en 140 caracteres… No lo puedes
negar, la cantidad de
ejemplos que puedes encontrar a través de la red es enorme. El mejor consejo para cualquier escritor sigue
siendo todo un clásico: nada
como leer para aprender a escribir.
.
¿Te ha gustado este post? ¿Quieres compartir algún otro consejo basado en
tu experiencia personal? ¡Déjanos
un comentario y hablemos de
ello!


0 comentarios